
El hombre de bien y de valor debe ser indiferente a los choques de la mala suerte.
¿Qué importa tener o no tener cosas superfluas?
Sobre mi corazón no manda nadie más que mi conciencia.
El valor, la habilidad y la constancia corrigen la mala fortuna.
Los beneficios que se hacen hoy, se reciben mañana, porque Dios premia la virtud en este mundo mismo
Mi honor es preferible a todo.
Me vería como un hombre indigno, si fuera capaz de asegurar lo que no estoy cierto de cumplir.
Yo soy siempre fiel al sistema liberal y justo que proclamó mi patria.
Simón Bolívar no
s dijo:
... el que manda debe oír aunque sean las más duras verdades y, después de oídas, debe aprovecharse de ellas para corregir los males que produzcan los errores.... elevar el monumento consagrado a nuestra reconciliación, a la tregua y al derecho común de los hombres. Bien merecía este monumento ser tallado sobre una mole de diamantes y esmaltado de jacintos y rubíes; pero construido en nuestros corazones....pero es dichosísimo aquel que corriendo por entre los escollos de la guerra, de la política y de las desgracias públicas, preserva su honor intacto y se presenta inocente a exigir a sus propios compañeros de infortunio una recta decisión sobre su inculpabilidad...